La cúrcuma (Curcuma
longa) es una planta herbácea de la
familia de las Zingiberáceas, ampliamente utilizada en la cocina hindú y
asiática, de donde es originaria.
Posee hojas
lanceoladas, largas y flores amarillas dispuestas en espigas, y llega a medir
hasta 1,5 metros de altura.
La parte
usada son los rizomas o tallos subterráneos, de olor característico.
Composición química
La
oleorresina posee curcuminoides, de los cuales el más
representativo y estudiado es la curcumina.
Posee además
almidón y aceites esenciales.
La comisión E de la Farmacopea Alemana reporta que la
acción colerética de la curcumina está documentada, así como sus efectos
antiinflamatorios, hepatoprotectores, antioxidantes, citotóxicos y antitrombóticos
en estudios con animales de laboratorio.
En la medicina tradicional oriental (ayurvédica y
china) se la emplea como colagoga y digestiva, y se la aplica de forma externa
para inflamaciones, úlceras, heridas y eczemas.
Se ha validado su actividad contra la dispepsia y la sarna en estudios clínicos en humanos.
La dosis recomendada es de 1,5 a 3 gramos de planta o
su equivalente en té, polvo o su preparación galénica equivalente (extracto
fluido, tintura)
PRECAUCIONES
La comisión E no reporta reacciones adversas, pero está contraindicada en casos de obstrucciones de las vías biliares, acidez y úlceras gástricas.
No es recomendable su uso en la
lactancia, embarazo y en niños. Se utiliza para aliviar síntomas, pero para un
tratamiento de las causas debe consultarse a un médico. Tampoco reemplaza a la
medicación recetada por el mismo.